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La eficiencia hídrica en el cultivo de la viña: una de las claves para que un buen vino, sea un buen vino.

11 de mayo de 2022
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Se acerca el verano, momento en el que nuestros cultivos leñosos requieren de una gestión hídrica eficiente para maximizar su producción. Prever las necesidades de estos no es tarea fácil y programar las aportaciones de agua en tiempo y forma necesita de un conocimiento profundo de la especie vegetal.

Históricamente la producción vitícola española ha estado marcada por distintas estrategias de riego, donde aplicar o restringir el agua en el pre y post envero, ha sido siempre una discusión habitual entre los profesionales, sobre todo en aquellos que se dedican en cuerpo y alma a la producción de uva.

Aunque aplicar riego es sinónimo de mayor producción, habrá que tener en cuenta en qué fase productiva se encuentra nuestra parcela. La misión de los ingenieros, técnicos y agricultores, es identificar las necesidades hídricas de los cultivos en las etapas en las que la lluvia no es suficiente. Pero hay un punto crítico a alcanzar durante el ciclo, el envero. Es en julio y agosto, donde la mayoría de las variedades vinícolas colorean sus bayas de diferentes tonalidades rojizas, azuladas, violetas, amarillas. Esta etapa y su éxito vendrá precedido del correcto manejo en el riego por goteo durante la brotación (desborre), floración y cuaje. 

Una buena opción es utilizar un sistema de riego por goteo que incorpore un gotero autocompensante, así, garantizamos la uniformidad en las distintas aportaciones de agua y fertilizantes, durante las etapas previas a la coloración de los viñedos. Además, si el gotero tiene propiedades antidrenantes como Inbar, podremos solucionar los problemas que producen los sistemas de riego a pulsos, evitando la descarga de los ramales una vez realizado el riego.

En España, las parcelas de viña, o terruños, suponen el 13% de la superficie mundial de este cultivo, por lo que la innovación técnica o la digitalización de la producción, son la clave en un país que invierte más de de 150 millones de euros anuales en proyectos ligados de I+D+i.

Un buen ejemplo de ese I+D+I es nuestra tecnología Rootguard, especialmente diseñada para el riego subterráneo (RGS), la única solución capaz de evitar la intrusión de raíces en el gotero. Productos como Assif Rootguard y su capacidad antisucción, son ideales para el riego subterráneo. Un claro ejemplo de que la innovación y la tecnología ha venido para quedarse.

El futuro del riego lo creamos juntos.

Water. People. Future.