El riego por goteo subterráneo (RGS) es una forma moderna de riego que implica el suministro de agua directamente a las raíces de los cultivos a través de una red de líneas de goteo enterradas. El origen de RGS se remonta a la década de los 60, cuando los investigadores e ingenieros comenzaron a explorar la idea de utilizar sistemas de goteo enterrados para regar cultivos.
Uno de los primeros experimentos conocidos con RGS se llevó a cabo en Israel en ese mismo periodo, donde especialistas en agricultura probaron la viabilidad de usar líneas de goteo enterradas para suministrar agua a los cultivos. Los resultados de este experimento fueron alentadores y condujeron a la adopción generalizada del RGS en muchas partes del mundo.
Con el tiempo, la tecnología de RGS ha seguido evolucionando y mejorandose, con avances en materiales, procesos de fabricación y sistemas de control. Hoy en día, el RGS se usa ampliamente en muchas regiones del mundo, especialmente en regiones áridas y semiáridas donde el agua es un recurso escaso y donde otros sistemas de riego no son tan prácticos.
Para establecer este sistema se requiere seguir una serie de parámetros para su dimensionado:
- Calcular la cantidad de agua necesaria. La cantidad de agua que se debe suministrar a los cultivos depende de la edad y del tamaño de la planta, así como de las condiciones climáticas y del suelo.
- Determinar la frecuencia de riego. El riego subterráneo se debe realizar con frecuencia suficiente para mantener el suelo húmedo, pero sin encharcamientos o afloraciones a la superficie.
- Controlar la calidad del agua. Se debe utilizar agua de buena calidad para evitar la acumulación de sales en el suelo que puedan afectar negativamente al crecimiento de las plantas, realizándose análisis periódicos de conductividad y pH sobre todo.
- Monitorizar la eficiencia del riego. Es importante monitorear el sistema RGS para asegurarse de que está funcionando correctamente y de que se está suministrando la cantidad adecuada de agua a las raíces de las plantas, con elementos hidráulicos como los caudalímetros.
- Mantener el sistema de riego en buen estado. Se debe realizar un mantenimiento regular del sistema de riego subterráneo para garantizar su eficiencia y prolongar su vida útil, evitando sobre todo la colmatación de los emisores.
Pero, ¿qué ventajas nos ofrece su utilización?
- Ahorro de agua. El riego subterráneo permite una mejor gestión del agua y su aplicación de manera más eficiente gracias a la eliminación del factor de evaporación, aumentándose así la eficiencia hídrica.
- Mejor control de la fertirrigación. Al aplicar agua y fertilizantes directamente a las raíces, el riego subterráneo permite un mejor aprovechamiento de la nutrición para las plantas, lo que es esencial para un buen crecimiento de estas, pudiéndose obtener una mejora en la calidad y cantidad del producto final.
- Mejora de la resistencia al estrés. El riego subterráneo ayuda a los cultivos a mantener un nivel adecuado de humedad en el suelo, lo que los hace más resistentes a factores estresantes como la sequía y las temperaturas extremas.
- Reducción de la erosión del suelo. Aplicando el agua de manera más controlada, el riego subterráneo reduce la erosión del suelo, lo que es importante para mantener la productividad y la salud del suelo a largo plazo.
En resumen, el riego subterráneo es un método efectivo y eficiente para aplicar agua y fertilizantes a las plantas, que ofrece ventajas en términos de ahorro de agua, uniformidad, lavado de sales y reducción de la erosión del suelo.
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