Como os podéis imaginar un buen mantenimiento y revisión en la instalación de riego es la clave para un funcionamiento óptimo y eficiente. Pero ¿Cuándo y cómo debemos realizarlo? Lo ideal suele ser aprovechar las épocas donde la planta para su actividad vegetal, es en estos momentos donde el mantenimiento anual en las explotaciones tiene un mayor efecto y, permitirá comenzar la siguiente campaña con una finca en las mejores condiciones.
No obstante, el cuidado de los sistemas necesita un mantenimiento periódico durante todo el año. En líneas generales existen diferentes tipos de factores que pueden producir serios problemas en el sistema que, sin el mantenimiento adecuado, irán poco a poco obturando la totalidad de la instalación. Esta obturación puede producirse por diferentes motivos y características, por lo que los clasificaremos en:
Físicas: son producidas por partículas sólidas que se encuentran en suspensión en el agua. Su origen pueden ser arenas, limos, arcilla o incluso materia orgánica y algunos moluscos.
Químicas: suelen producirse cuando las condiciones necesarias para que determinadas sustancias químicas precipiten, bien por un aumento de temperatura, una mezcla inapropiada de fertilizantes o un mal manejo. Las materias activas pueden precipitar formando diferentes tipos de masas muy molestas para su retirada.
Biológica: cualquier medio acuoso se encuentra poblado por microorganismos que llegadas las condiciones para su proliferación serán capaces de obturar cualquier sistema, sea biológico o inerte (como nuestra instalación de riego), con lo cual es de suma importancia controlar la formación de estas masas de microorganismos (Biofilm) en balsas, estaciones de filtrado y por último en el interior de nuestras tuberías y goteros.
Para que una instalación de riego tenga una vida útil mucho mas duradera, es necesario elegir con criterio el tipo de estación filtrante, que conformará el corazón del mantenimiento. Hay diferentes tipos de filtro (cazapiedras, hidrociclón, arena, malla, anillas, etc) y su ubicación marcará el tipo de problema a enfrentar, además del dimensionado a implementar.
Además de las medidas de filtrado, encontramos ciertas recomendaciones aplicables:
– Realizar análisis de agua recurrentes, tanto a nivel orgánico como inorgánico para planificar las acciones de limpieza dependiendo del problema.
– Llevar a cabo revisiones y limpieza periódicas de la estación filtrante.
– Asegurarse de llevar a cabo correctamente las distintas mezclas de abono para que que no se produzcan precipitados.
– Apertura de finales de ramal de manera periódica.
Para garantizar caudales específicos y constantes en nuestras instalaciones y velar por una seguridad ante los problemas mencionados, contamos con Vered. Gotero autocompensante que nos permite gestionar partículas sólidas en suspensión además de contar con un avanzado mecanismo de autolavado con cada ciclo de riego. Con estos sencillos pasos y gracias a su amplio filtro de entrada diseñado a prueba de obstrucciones, conseguiremos mantener la instalación como el primer día.