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Floración del Olivo: ¿Gotero Autocompensante o Turbulento?

25 de abril de 2022
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La floración es el principio más incipiente de cualquier futura producción. El cuidado de su estado para el posterior cuaje marcará la consecución de los objetivos de recolección.

En el olivo, la floración se suele situar entre los meses de abril y junio dependiendo de la variedad y condiciones climáticas. Estas épocas destacan por las lluvias estacionales y cambios de temperatura que pueden ayudar o penalizar los planes futuros en cosecha, por ello es de vital importancia regular aquellos factores que tenemos en nuestra mano. Así pues, es aconsejable controlar la humedad del suelo que afectará de manera directa a la calidad y cantidad de la muestra al finalizar el cuaje. Nuestra misión es buscar un sistema de riego adecuado que sea capaz de alcanzar niveles de eficiencia hídrica convenientes, siendo capaz de distribuir homogéneamente el agua durante los diferentes estados fenológicos de nuestros olivos. 

En las últimas décadas, el olivar español ha experimentado un crecimiento técnico en su manejo pasando a distribuir las plantaciones en marcos superintensivos y sustituyendo el secano por el regadío. Regadío que tiene como abanderado el riego por goteo, ya que permite aplicar agua, fertilizantes y agroquímicos particularizando nuestra parcela según:

· Momentos climatológicamente adversos: (vientos, altas temperaturas, heladas, etc).

· Tipo de suelo: dimensionado de laterales y distancias entre goteros.

· Diferentes momentos productivos: (floración, brotación, cuaje, recolección)

En el caso del desarrollo de la trama floral, su correcta evolución dependerá de manera crítica del exceso o déficit de agua en el suelo, por lo tanto el manejo de la uniformidad de riego jugará un papel crucial en su desarrollo. Para garantizar caudales específicos y constantes a lo largo de los laterales en fincas con pendientes irregulares contamos con el gotero ADI, gotero cilíndrico autocompensante configurado para trabajar en condiciones duras de trabajo, como las que se dan en las fincas oleícolas. 

El periodo de floración del olivo es relativamente corto, por lo que alcanzar altos niveles de sanidad vegetal en nuestros árboles llegadas estas fechas conformarán parte de los resultados de la campaña. 

El olivo es un cultivo muy sensible al encharcamiento, sus raíces no toleran el exceso de agua ya que eso debilita su sistema defensivo ante enfermedades. Permitiéndose, si se dan dichas condiciones, la entrada de enfermedades criptogámicas como la verticilosis, que alcanza niveles peligrosos durante la floración y finales de verano, donde se experimentan movimientos abundantes en el flujo de savia.

Atendiendo a la necesidad de distribuir correctamente agua y herramientas de prevención de enfermedades, tan temidas por técnicos y agricultores, se hace cada vez más necesario contar con herramientas que aseguren el funcionamiento óptimo a lo largo de toda la instalación de goteo. Desde Caudal abogamos por la eficiencia y sostenibilidad de nuestros productos, dotándolos de características esenciales para cada situación. Super Compact, auna resistencia y precisión, a pesar de ser el cilíndrico turbulento más pequeño entre sus análogos, ya que está dotado de un excelente laberinto turbulento que lo confiere como una alternativa óptima a la utilización de aguas duras, agroquímicos y fertilizantes a lo largo de laterales de fincas regulares en sus pendientes.

La elección de un correcto sistema de riego, será una de las claves para mejorar la floración en los cultivos. En Caudal, disponemos de soluciones que se adapten al tipo de finca y condiciones de trabajo.

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