Qué es el cultivo de melón
El melón (Cucumis melo) es una cucurbitácea, muy cultivada por agricultores de todo el mundo debido a la alta demanda en mercados nacionales e internacionales. Esta planta, es apreciada por su sabor dulce, alto contenido de agua y valor nutricional. Su producción requiere una planificación agronómica rigurosa e implantar un sistema de riego preciso que asegure un melón de calidad.
Variedades de Melón
- Cantaloup: fruto redondo con pulpa anaranjada y piel reticulada y rugosa.
- Galia: es una variedad híbrida. Piel reticulada, pulpa verde, aromática y muy dulce.
- Piel de sapo: muy cultivado en España, con piel verde, rugosa con manchas y pulpa blanca y muy dulce.
- Honeydew (melón blanco): de piel lisa con pulpa verde clara o color crema con sabor dulce y pulpa firme.
- Amarillo: tiene la piel brillante y amarilla y la pulpa blanca.
La elección varietal dependerá de factores agronómicos, comerciales, climáticos y logísticos.
En el cultivo de melón se pueden usar plantas injertadas, aunque su uso no es tan generalizado como en otros cultivos como el tomate, la sandía o el pepino. Sin embargo, en determinadas condiciones y zonas, el injerto es una técnica cada vez más empleada debido a los beneficios agronómicos que aporta. Se recomienda su uso, en suelos con problemas sanitarios, agronómicamente problemáticos (salinos, con deficiente estructura, ….) o en invernaderos.
La superficie cultivada en el mundo es de 1.1 millones de Ha con una producción anual alrededor de los 28 millones de toneladas. Los principales países productores son China, Turquía e Irán. Situándose España en el octavo lugar con una producción de unas 900.000 toneladas anuales en una superficie de unas 20.000 Ha. La principal zona productora es Castilla La Mancha, seguida de Murcia y Andalucía.

Requerimientos necesarios para el cultivo del melón
El cultivo de melón se puede hacer en campo abierto o en invernadero. En ambos casos su éxito dependerá de factores clave dependientes de: suelo, clima y disponibilidad hídrica.
Requerimientos de suelo
El melón necesita suelos bien drenados, de ligeros a franco-arenosos, con un pH entre 6 y 7.5. Debe evitarse el exceso de sales, conductividades inferiores a 2.5 dS/m, ya que la salinidad afecta el desarrollo radicular. Es muy recomendable, añadir compost o materia orgánica ya que se mejora la retención de agua y nutrientes.
Requerimientos climatológicos
Este cultivo es sensible a bajas temperaturas. El rango óptimo de desarrollo es de 22 a 30 °C, con alta radiación solar y relativa baja humedad relativa. Temperaturas superiores a 35 grados provocan estrés térmico. Durante la maduración se necesitan altas temperatura para que se acumulen los azúcares. La amplitud térmica entre el día y la noche (con valores de alrededor de 10 ºC) favorecen la producción de azúcares. Humedades altas favorecen el desarrollo de enfermedades fúngicas y las humedades bajas provocan problemas en el cuajado. La lluvia en floración y maduración da problemas.
Es por ello, el interés del cultivo en invernadero ya que se controlan los factores climáticos más fácilmente consiguiendo extender el ciclo de cultivo y mejorar la uniformidad.
Requerimientos hídricos.
El riego del melón debe ser preciso. Es muy sensible tanto al déficit como al exceso de agua. Durante cuajado y engorde del fruto, la demanda hídrica aumenta considerablemente.
Los requerimientos hídricos del melón varían en función del tipo de cultivo (campo abierto o invernadero), el estado fenológico, el clima y el manejo agronómico.
El melón es sensible al exceso de agua, especialmente en floración y maduración.
Un déficit controlado en maduración (estrés hídrico leve) mejora el contenido de azúcares (°Brix).
El riego por goteo localizado es el sistema más recomendado.
Necesidades hídricas según su tipo de plantación
Campo abierto:
- Requerimiento total de agua: Aproximadamente 400 a 600 mm por ciclo, dependiendo del clima y del tipo de suelo.
Invernadero:
- Requerimiento total de agua: Entre 250 y 450 mm por ciclo, es decir, menos agua que en campo abierto debido a que al tener el clima más controlado se reduce la evapotranspiración (debido principalmente a la reducción del viento). Otro factor que hace reducir el consumo de agua en invernadero es el uso más eficiente del riego por goteo.
Métodos comunes de riego:
- Goteo con fertirrigación automatizada.
- En algunos invernaderos el suelo se sustituye por sustratos inertes (lana de roca, perlita, fibra de coco).
¿Cómo se cultiva el melón?
Cómo se siembra.
La siembra del melón puede hacerse de distintas formas y varía según se trate de campo abierto o invernadero, el clima de la zona, la variedad y el sistema de manejo.
Se puede hacer siembra directa o mediante trasplante de plántulas (sistema más usado). La siembra directa no es recomendable en climas fríos. El trasplante se realiza cuando la planta tiene entre 2 y 4 hojas verdaderas.
Los marcos de plantación dependerán del tipo de planta:
- Piel de sapo, Galia y amarillo:
- Marco: 1.5 m entre líneas y de 0.4 a 0.6 m entre plantas.
- Densidad: 10.000 a 16.000 plantas/Ha.
- Cantaloup y melones pequeños:
- Marco: 1 a 1.2 m entre líneas y de 0.4 a 0.5 m entre plantas
- Densidad: 16.000 a 25.000 plantas/Ha.
Cuándo se siembra
La siembra de melón se realiza en primavera, cuando la temperatura del suelo supera los 15 °C, siempre intentando evitar las heladas. En España la siembra se realiza:
- Campo abierto: desde mediados de febrero hasta junio, dependiendo de la zona
- Invernadero: desde mediados de diciembre hasta marzo.
Cuándo se riega
El riego por goteo debe iniciarse tras la siembra y mantenerse de forma regular. El momento más crítico para el riego es durante la floración y el engorde del fruto. Un exceso en la última etapa puede afectar a los niveles de azúcar.
Campo abierto:
- Frecuencia de riego:
- Inicial (germinación y establecimiento): cada 2–3 días.
- Crecimiento vegetativo: cada 3-4 días.
- Floración y cuajado: cada 2-3 días, fase crítica.
- Engorde de frutos: cada 2-4 días.
- Maduración: cada 4-6 días. Reducir el riego para mejorar la calidad (azúcares).
Invernaderos:
- Frecuencia de riego:
- Más frecuente, pero con menores cantidades de agua (varias veces al día, dependiendo del sustrato y clima).
- Monitoreo con sensores de humedad de suelo y tensiómetros.

Fertilizantes – fertirrigación
La fertirrigación en cultivo de melón permite aplicar nutrientes de forma eficiente junto al agua de riego. Durante la fase vegetativa se prioriza nitrógeno, en floración se equilibra con fósforo y en fructificación se aumenta potasio. El uso de sistemas de inyección de fertilizantes automatizados mejora la precisión de la aplicación de los fertilizantes.
Tipos de plagas y tratamientos
Entre las principales plagas están la mosca blanca, los trips, el pulgón y los ácaros. Enfermedades como el oídio, mildiu y fusarium también afectan al cultivo. Se recomienda un manejo integrado que combine:
- Variedades resistentes
- Trampas cromáticas
- Bioinsecticidas
- Rotación de cultivos
Recolección del melón
La cosecha debe realizarse cuando el fruto ha alcanzado la madurez fisiológica que se sabrá dependiendo de muchos parámetros: color de piel, aroma fuerte, abscisión fácil del pedúnculo, formación de la red en melones con piel reticulada y lo principal, un nivel óptimo de grados Brix de azúcar.
Se recomienda hacerla en horas frescas, teniendo cuidado para evitar daños en los frutos y garantizar una buena conservación.
Productos de riego para melón

Para conseguir un sistema de riego eficiente es clave contar con:
- Cinta de goteo con espesor mínimo de 8mil (0.2 mm) con goteros de alrededor de 1 l/h separados 20 cm. Con ello conseguimos una franja húmeda del suelo que proporciona del agua necesaria al cultivo. En Caudal tenemos una cinta con esas características que es la S200, muy implantada en el mercado con millones de metros instalados cada año que surten de agua a millones de sandías.
- Equipo de filtrado para evitar partículas de materia inorgánica que pueden obturar los goteros.
- Sistema de inyección de algún agente oxidante (peróxido de hidrógeno) que evita la proliferación de biofilm que se produce cuando se usan abonos orgánicos y se obturan los goteros.
- Programadores de riego automático.
- Válvulas de control de presión, para evitar sobrepresiones que podrían generar problemas en la cinta.
- Sensores de humedad y estaciones meteorológicas, para saber cuándo y cuanto regar.